lunes, 1 de septiembre de 2008

Tened miedo......mucho miedo

Acerca de las leyendas urbanas....

Las leyendas urbanas

¿A una persona que le parecería aterrador?¿La casa de terror de un parque de diversiones?¿Un cultivo de maíz maldito?¿Una película de asesinos psicópatas destripa personas? Todas estas cosas no pueden producir miedo, pero, la verdad todas esas cosas no son mas que ficción, en la vida real las cosas que nos pueden asustar son cosas tan simples como que lo llamen a media noche o dejar las llaves olvidadas en el carro……..

Las leyendas urbanas son la mezcla de las historias de terror que todos conocemos unidas a las cosas cotidianas que nos pueden pasar todos los días, como asesinos al asecho, maniacos amenazantes o comida podrida. Casi todas estas historias son contadas como que le paso al amigo de un amigo, y están tan repletas de cosas que nos podrían pasar todos los días, nos damos cuenta de que podrían ¡ser reales!, aunque estas historias no sean mas ciertas que una película de terror.

No todas las leyendas urbanas son de terror, ni todas las historias de terror son leyendas urbanas…………Los mas aterradores de los relatos modernos son las leyendas urbanas de terror, todo eso se debe a que estos cuentos aterradores, espeluznantes y escalofriantes siempre nos afectan muy de cerca de causa de su tema cotidiano y de la cercanía del narrador que los cuenta la historia…….. Otra cosa, las leyendas urbanas no necesitan ser lógicas para ser aterradoras. Nadie se pregunta detalles como que alguien confunda el lamido de un perro con el de un humano, que si arrancarle la mandíbula a un perro evita que ladre o que los fugado de la prisión o un manicomio encuentren fácilmente a una victima joven y sola en casa y , sobre todo, como es posible que los mismos crímenes sangrientos ocurran en sitios diferentes sin que la prensa haga cuenta de ello……………..

Un auto nuevo

Un camionero que conduce un camión de cemento llega a su casa por la noche y descubre un Cadillac descapotable aparcado en la entrada de su garaje. Las luces de la habitación de su mujer están encendidas y se ve a un hombre con ella. Sospechando que su mujer tiene un affair, llena el coche del desconocido con cemento líquido hasta que éste queda totalmente solidificado e inservible. Después se dará cuenta de que ese coche era un regalo sorpresa que le había preparado su mujer, para el cual había estado ahorrando durante años. Y que el hombre que estaba en la casa era el vendedor, con el cual estaba cerrando la negociación.
En otras versiones, la mujer está realmente teniendo una aventura, pero el marido celoso vierte el cemento sobre un coche equivocado, ya que mientras tanto el amante sale de la casa, monta en una bicicleta y se aleja de la escena.

Perdida por la avaricia

En el centro de Córdoba se dice que hay una casa encantada que encierra un escalofriante misterio. Al parecer hace muchos años la casa la habitaba una familia que tenía una hija. Una noche la niña escuchó ruidos provenientes del pasillo. Al asomarse comprobó que al final del mismo estaba un niño que levantó una de las losetas, bajo la cual había una especie de sótano pequeño y escondió algo en el fondo. Movida por la curiosidad, la niña hizo lo mismo y descubrió que lo que chico había escondido eran monedas de oro. Todas las noches, con la complicidad de una criada, la niña recogía las monedas con la única iluminación de una vela que cada día se iba consumiendo. Una noche, mientras la niña se encontraba en el interior del hueco recogiendo las monedas, la vela comenzó a parpadear. Iba a apagarse de un momento a otro, así que la chica subió rápidamente con su pequeño tesoro. Pero con las prisas se le cayeron algunas monedas en el interior del hueco. Aunque la criada intentó que no volviese al escondite, la niña se introdujo de nuevo en el hueco. En ese justo instante, la vela se apagó definitivamente y la loseta se cerró dejando a la niña atrapada por debajo del suelo. La criada nunca contó lo que había sucedido aquella noche ni las anteriores y la familia dio a la niña por desaparecida. Los vecinos aseguran que algunas noches escuchan gritos provenientes de la casa de alguien que pide auxilio diciendo '¡Por favor...socorro...sacadme de aquí...!'.

fuente: http://misteriosabuenosaires.blogspot.com/

La lata de galletas asesina

Se cuenta que una joven fue a un supermercado cercano a hacer las compras.
En el transcurso de la tarde, mucha gente la vio sentada en el coche con las ventanillas subidas y los ojos cerrados, con ambas manos detras de la cabeza.
Un cliente que había estado en el supermercado un rato se preocupó y se acerco al coche. Se dio cuenta de que la chica había abierto los ojos y que presentaba un extraño aspecto.
Le preguntó si se encontraba bien, y ella contestó que le habían pegado un tiro en la nuca y que llevaba una hora sujetando su masa encefálica.
El hombre llamó a un médico que para poder entrar en el coche tuvo que romper la ventanilla, ya que el coche estaba cerrado y la mujer se negaba a quitar las manos de su cabeza.
Cuando finalmente entraron, descubrieron que lo que ella tenía un pegado era un bollo blando en su cabeza. Un paquete de galletas había explotado por el calor, haciendo un ruido fuerte, y el pegote le había dado en la nuca. cuando se toco para ver que era, solo sintio algo blando, así que pensó que se trataba de su cerebro. En un principio se desmayó, pero se recuperó enseguida y trato de sujetar su cerebro durante mas de una hora hasta que alguien vino en su ayuda.

fuente: www.leyendasurbanas.org

El bulto negro en la calle

En aquel típico barrio de camino angosto en el que hay casitas de barro muy antiguas y entre casa y casa hay fincas de cacao, también hay cultivos de maíz, o algodón; es costumbre de los hombres ir al pueblo a tomar cerveza y jugar al billar, regresando a muy altas horas de la noche, borrachos, casi siempre en grupos.Una de esas noches un muchacho, decidió regresar solo a su casa, aprovechando que había comprado una bicicleta, la noche estaba muy oscura porque no había luna y los postes de alumbrado tenían los faros rotos. Justo a mitad de camino, iba pedaleando lento, cuando de pronto vio algo que le pareció como un borracho tendido en mitad del camino. Se preocupó por el posible estado de aquel hombre, así que se bajó de su bicicleta y le gritó: "¡Despértate!".Como no pasó nada, se acercó más y le dio una ligera patada, cuál no sería su sorpresa cuando sintió que no era el cuerpo de un hombre, era como un bulto, de consistencia gelatinosa, que al ser pateado, salió flotando hacia la finca; los pelos del muchcho embriagado se erizaron y un escalofrío recorrió su cuerpo. La borrachera se le fue inmediatamente y como pudo, agarró su bicicleta e intentó pedalear pero la cadena se había safado, así que la arrojó y salió corriendo como alma que lleva el diablo y gritando por todo el camino. Al llegar a casa, su mamá le abrió las puertas y él cayó desmayado. Nunca más volvió a regresar tarde del pueblo.
Muchas historias acerca de los bultos negros se cuentan, y parece que es cierto, pero no sólo hay bultos negros, también se sabe de brujas y duendes, pero eso será en otra ocasión.

fuente: www.leyendasurbanas.org

La sesion de espitirismo

En un pueblo ocurrieron estos hechos, contados por alguien de la misma localidad. Una noche, cinco chicos se reunieron en una vieja y solitaria casa abandonada en mitad de tierras de huerta con el fin de hacer espiritismo.
Lo prepararon todo, comenzaron, y como en cada sesión que se precie, uno de ellos, el portavoz, hizo la cuestión de inicio: "Si hay alguien que te moleste aquí, dinos quién es y se irá".El vaso indicó dos nombres, los dueños de los nombres se miraron sorprendidos y se despidieron de los otros tres. Volverían al pueblo caminando y ya se verían más tarde.
Dejaron a los otros tres con su sesión de espiritismo y conversaron por el camino. Cuando llevaban unos cien metros andados, escucharon un ruido y se giraron: La casa caía derrumbándose sobre los tres chicos que se habían quedado en la sesión espiritista.

fuente: www.leyendasurbanas.org